Cada 100 años, estrellas como nuestro Sol expulsan superllamaradas más poderosas que un billón de armas nucleares

Gigantescas superllamaradas estallan en estrellas similares al Sol aproximadamente una vez cada 100 años, liberando tanta energía como la explosión de un billón de bombas de hidrógeno. ¿Podría esto significar que nuestra estrella, el Sol, ya debería haber tenido un estallido?
Los científicos del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) en Alemania utilizaron datos del telescopio espacial Kepler de la NASA para observar el brillo parpadeante de 56.450 estrellas similares al Sol.
Estas fluctuaciones en el brillo son una probable indicación de que la estrella estaba experimentando una intensa llamarada solar, un estallido de radiación y energía emitida desde la superficie del Sol causada por la liberación repentina de energía magnética almacenada en su atmósfera.
Su estudio reveló que las erupciones solares extremadamente poderosas, llamadas superllamaradas, ocurrieron entre 10 y 100 veces más frecuentemente de lo que se suponía anteriormente. Los investigadores identificaron 2.889 superllamaradas en 2.527 de las 56.450 estrellas observadas, lo que significa que una estrella similar al Sol produce una superllamarada, en promedio, aproximadamente una vez cada siglo.
«Nos sorprendió mucho que las estrellas como el Sol sean propensas a superllamaradas tan frecuentes», dijo en un comunicado el Dr. Valeriy Vasilyev, primer autor del estudio del MPS.
Entonces ¿qué pasa con nuestro Sol? Las estrellas analizadas en el estudio tienen una temperatura superficial y un brillo similar al del Sol, lo que sugiere que se comportan de manera similar.
“No podemos observar el Sol durante miles de años. Sin embargo, en cambio, podemos monitorear el comportamiento de miles de estrellas muy similares al Sol durante cortos períodos de tiempo. Esto nos ayuda a estimar la frecuencia con la que se producen las superllamaradas”, profesor Dr. Sami Solanki, coautor del estudio y director del MPS.
Los episodios de intensa actividad solar sacuden constantemente nuestro planeta, pero el Sol no ha emitido una superllamaración importante en el último siglo. Si así fuera, sería imposible ignorarlo: las redes eléctricas fallarían, las comunicaciones por radio se verían gravemente perturbadas y los satélites se dañarían, lo que provocaría interrupciones en los sistemas de navegación como el GPS.
En 1859, el mundo sufrió la tormenta geomagnética más intensa de la historia, conocida como el Evento Carrington. Los sistemas de comunicación por telégrafo literalmente estallaron en llamas, mientras que la aurora boreal se observó en lugares tan al sur como Cuba y Hawai, lo que supuestamente permitió a la gente leer los periódicos únicamente a la luz de la aurora.
Sin embargo, incluso este evento fue causado por una erupción solar que tuvo solo una centésima parte de la energía de una superllamarada. Si nos basamos en este nuevo estudio, es posible (aunque no seguro) que el Sol se esté preparando para una rabieta solar aún mayor.
«Los nuevos datos son un claro recordatorio de que incluso los eventos solares más extremos son parte del repertorio natural del Sol», añadió la coautora Dra. Natalie Krivova del MPS.
El estudio se publica en la revista Science.